19 diciembre, 2010

Premio Emoción 2010 a Cáritas Aragón















El pasado día 17 Cáritas Aragón recibió el Premio Emoción 2010 que concede la emisora Punto Radio. El acto tuvo lugar en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza y al mismo asistieron numerosas personalidades de la vida social, política y académica de la ciudad; aistieron también voluntarios y técnicos de Cáritas. El Presidente de Cáritas Aragón, Carlos Sauras, que recibió el premio,
pronunció las siguientes palabras:

Consejera de Asuntos Sociales del Gobierno aragonés,
Alcalde de Zaragoza,
Arzobispo,
Justicia de Aragón,
Presidente del Tribunal Superior de Justicia,
Vicerrectora de la Universidad,
Director General y responsables de Punto Radio,
Compañeros de las Cáritas de Aragón,
Amigas y amigos todos:

-Gracias a las autoridades y a cuantos hoy nos habéis querido acompañar en este acto.

-Gracias, en primer lugar, a Punto Radio, por acordarse de Cáritas Aragón en esta tercera edición del Premio Emoción. Para nosotros es un honor figurar en la lista de premiados, junto al alcalde de Zaragoza, don Juan Alberto Belloch, Premio 2008, y a Motorland y su consejero delegado, don Antonio Gasión, que recibió el Premio el pasado año.
Gracias a Punto Radio por acordarse de Cáritas. Es de destacar la sensibilidad que los medios de comunicación han tenido a lo largo de la crisis. Se han preocupado fundamentalmente de las personas que sufren las consecuencias de esta situación y no sólo de la evolución de la economía.

-Quiero dar las gracias en nombre de los 2.700 voluntarios y del grupo de técnicos de las seis Cáritas Diocesanas de Aragón, en nombre también de nuestros socios y colaboradores y, especialmente, os doy las gracias recordando a los miles de hermanos nuestros que se encuentran en situación de pobreza o de exclusión y a los que Cáritas acompaña y ayuda.

--Permitidme que, brevemente, me refiera, desde la perspectiva de la situación social, a los tiempos que nos tocan vivir.
Es bueno recordar lo que pasaba en España antes de la crisis, antes del verano del 2008. Según el Sexto Informe de la Fundación FOESSA, ya se reflejaba un panorama nada optimista. La Fundación de Estudios Sociales de Cáritas señalaba:
- que en esa década –en la que gobernaron los dos grandes partidos políticos- hubo crecimiento económico en el país, pero se distribuyó mal y no se redujo la pobreza.
-Se pecó de falta de previsión, y no se aprovechó la bonanza económica para cimentar políticas sociales eficaces y una fuerte red de apoyo a los más débiles.

--Y si ahora nos fijamos en el momento actual, transcurridos dos años y medio del comienzo de esta profunda crisis, Cáritas ve:
-que aumenta el número de personas y familias que acuden a nuestros centros de acogida. Durante la crisis hemos doblado el número de personas y en algunos casos mucho más.
-que sigue siendo muy alto el número de demandas de ayudas de urgente necesidad: casi se han triplicado.
-Y que se nota un incremento de la angustia en las personas que llevan tiempo en la pobreza y, también, en quienes les atienden, por no poder dar solución muchas veces a esas necesidades.

-Con los responsables de las administraciones públicas mantenemos desde Cáritas una relación cordial y frecuente y les hacemos llegar nuestra preocupación por la demora y los retrasos en la atención en los servicios sociales públicos. Muchas de esas personas no pueden esperar y acuden a Cáritas o a otras instituciones de acción social de la Iglesia.
-Vemos, con preocupación, cómo se reducen las partidas destinadas a políticas sociales en administraciones y entidades financieras.

--Nos preocupa el futuro. La recuperación no aparece todavía en el horizonte y, cuando llegue, sus efectos tardarán en notarse en las personas que viven en la pobreza.

--Esta crisis ha puesto de manifiesto una crisis de valores, en un sistema que estaba basado en el consumismo y en el individualismo. Y cambiar esto es más difícil. Sin embargo, hay pistas que mueven a confiar en las personas. Hemos de dar gracias a Dios por la entrega que han demostrado en este tiempo de crisis los voluntarios y trabajadores de Cáritas ante el incremento en nuestras acogidas. Hemos visto, también, como se ha sumado un importante número de nuevos voluntarios y de socios. Y se ha producido una gran generosidad económica por parte de las comunidades cristianas y de la sociedad en general.

--En las palabras que acompañan a la escultura de Jesús Gazol, me ha gustado leer que Aragón es tierra de emociones y de “tozuda esperanza”. En estos momentos duros para muchas personas y de falta de horizontes para otras, Cáritas quiere aportar “emoción”, que no es otra cosa que conmover el ánimo, y esperanza, mucha esperanza. Que, tal vez, sea hoy uno de los valores sociales más necesarios.


--Muchas gracias a todos.

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