23 febrero, 2011

El sentido trascendente de la tarea. Seminario de formación




Hay que tener momentos de parón para aportar energía a las personas que tratamos y a nosotros mismos.

La inteligencia espiritual es una experiencia. Esta inteligencia consiste en saber leer en el adentro de los acontecimientos, de las cosas y de las personas.

Todas las personas somos espirituales. Hay una realidad espiritual que no hay que confundir necesariamente con la religión. Sin espiritualidad no podemos dar sentido a la vida. Hoy las personas no nos hacemos las grandes preguntas de la vida. Y el hombre descubre el asombro cuando se las hace.

Vivimos dormidos y la espiritualidad consiste en despertar. Hacernos conscientes del aquí y el ahora. Siempre creemos que la vida es otra cosa, y no el ahora. Por eso estamos frustrados.

El que tiene un sentido para su vida, tiene un fondo espiritual, no necesariamente religioso, transcendente. La espiritualidad pertenece a lo humano, la tenemos todos.

No es cuestión de saber, sino de saborear.

Apuntes para cultivar la inteligencia espiritual:
- Necesario ser amigos de la soledad.
- El silencio es el gran pedagogo de las personas.
- La contemplación.
- El diálogo en busca de un mundo común.
- El ejercicio físico.
- El dulce no hacer nada.
- Experimentar la fragilidad.
- Deleite musical.
- Práctica de la meditación.
- Ejercicio solidario.

La persona espiritual hace de lo normal un acontecimiento.
Llevamos la música dentro de nosotros. Todos somos místicos si sabemos saborear el misterio, si somos capaces de asombrarnos.

Gonzalo Gonzalvo, Viceconsiliario de Cáritas

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