Cáritas reclama una política migratoria que vele por el acceso de los inmigrantes a los derechos fundamentales

En pasado día 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, Cáritas quiso unir su voz a la de quienes recordaron a los millones de personas que se ven obligados por diversas circunstancias a abandonar sus hogares, su familia y su país de origen en busca de una posibilidad de futuro.

Cáritas sostiene que las migraciones constituyen una oportunidad, tanto para el país que les acoge como para el país de origen, incluso en un contexto socioeconómico tan complejo como el que vivimos.

En estos momentos en los que nos preguntamos por la salida de la crisis, tiene absoluta vigencia el principio de “si no es de toda la persona y de todas las personas, no es verdadero desarrollo” (Populorum Progressio, Pablo VI).

Dentro de la crucial coyuntura actual, y al comienzo de una nueva legislatura, Cáritas quiere poner en valor el documento de “Propuestas políticas ante los retos actuales de la situación social”, hecho público el pasado mes de septiembre, en el que se insta a los distintos partidos políticos a fortalecer una política migratoria que vele por el acceso a los derechos fundamentales que nuestro marco legal reconoce a las personas inmigrantes, con el objetivo de prevenir la fragmentación y división de nuestra sociedad. Recordamos, en este sentido, la exhortación de Juan Pablo II, en la Jornada Mundial de las Migraciones de 2001, recordando que “para nuestras sociedades, el criterio para determinar el límite de soportabilidad no puede ser la simple defensa de nuestro propio bienestar, descuidando las necesidades reales de quienes tristemente se ven obligados a solicitar hospitalidad”.

Por ello, Cáritas reafirma su apuesta por la construcción de una política de inmigración que tome en cuenta, de manera especial, estas tres propuestas:

Erradicar la vulnerabilidad e indefensión vinculada a la irregularidad administrativa de los inmigrantes a través de la puesta en marcha de procedimientos de arraigo y autorizaciones de trabajo provisional. En las actuales circunstancias, es clave mantener la figura del arraigo laboral, social o familiar (autorización temporal por circunstancias excepcionales), que en estos momentos constituye la única vía para regularizar la situación jurídica de aquellos inmigrantes que se encuentran en nuestro territorio en situación irregular. En este sentido, nos preocupa seriamente la situación de irregularidad sobrevenida que está afectando a muchas de estas personas al no poder renovar sus permisos de residencia y trabajo debido a la rigidez de las condiciones exigidas para su renovación.

Desarrollar propuestas dirigidas al cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros. Es necesario avanzar en la clausura de esos centros por medio de alternativas más eficaces, menos costosas y más beneficiosas para las personas y para la sociedad. Recordamos, además, el retraso de más de un año que se acumula ya en la redacción, propuesta y publicación del Reglamento de los CIES.

Garantizar una adecuada protección a los menores no acompañados, conforme a las recomendaciones dadas, entre otros, por el Defensor del Pueblo, como sujetos de protección por encima de su situación de extranjería, así como un tránsito dentro de la regularidad administrativa al alcanzar la mayoría de edad que les ponga a salvo de situaciones de irregularidad y de condiciones de vulnerabilidad.

En el marco del Día Internacional se alienta a la ciudadanía y a los movimientos sociales a seguir contribuyendo de manera eficaz y solidaria en la construcción de espacios más integradores en nuestras ciudades y barrios. Animando de manera particular a la comunidad cristiana para que durante estos días de Adviento sea ante la sociedad la voz que grita “el forastero no pernoctaba a la intemperie, tenía abierta mi puerta” (Job 31,31-32).

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